BELLEZA EN PASTILLAS
Hay cosas muy curiosas ¡mucho!…
Y no me refiero a esas que han roto moldes, como por ejemplo que:
- Edison temía a la oscuridad.
- Robert Moses fue el constructor de las mayores carreteras de Nueva York, y sin embargo nunca aprendió a conducir.
- Al Capone, alias Scarface o cara cortada nunca reconoció que su cicatriz se debía a una cuchillada en una riña por una mujer en un bar en Brooklin, cuando trabajaba de guardia de seguridad.
- El mejor espía del mundo medía 58 centímetros. Era de origen francés y se llamaba Richebourg. Se disfrazaba de bebe y cruzaba las líneas enemigas en brazos de una colaboradora, en la época de la Revolución Francesa.
No, me refiero a otras más funcionales…
Por ejemplo que:
- La comida tarda siete segundos tan solo en pasar de la boca al estomago….
- Un cabello humano es capaz de resistir un peso de dos kilos sin romperse…
- La longitud del pene (con perdón) es tres veces la longitud del pulgar…
- El fémur es tan duro como el hormigón…
- El corazón de las mujeres late más rápido que el de los hombres…
- El cuidado personal en pastillas, se llama Nutricosmética
¿Sirve para algo, o no vale para nada?…
Esa es la pregunta del millón en referencia a ella…
¡Pues claro que vale!…
Cualquier descubrimiento referente a la estética es útil, si se usa del modo adecuado y en relación con otros sistemas y tratamientos…
La nutricosmética pues, es un revolucionario concepto de belleza, fruto de las últimas investigaciones en los campos de la nutrición y de la cosmética.
Busca aportar en forma de complementos alimenticios, los nutrientes específicos que desde el interior realcen lo mejor del exterior en la calidad de la piel, del pelo, del rostro y del cuerpo.
Y es que el ritmo frenético de la vida, la mala nutrición y otros muchos factores, hacen que los cuidados “en pastillas” sean un éxito cada vez mayor.
Eso gracias a que incluyen en su composición los avances tecnológicos del momento.
Y el concepto –por cierto muy lógico- de que solo la vía oral permite difundir en el organismo activos que lleguen a las capas cutáneas más profundas.
Es decir, que actuando desde el interior en sus mecanismos celulares, toda la piel se reorganiza en profundidad.
Las cápsulas o píldoras se toman siempre con un gran vaso de agua.
Y mejor a primera hora de la mañana, o de quince a treinta minutos después de las comidas, ya que se asimilan con mayor eficacia cuando el estómago se encuentra vacío.
Y por supuesto, siempre son complementarias con los tratamientos cosméticos externos.
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