El nuevo concepto del lifting
La edad ideal para pensar en un lifting quirúrgico es entre los treinta y cinco a los cuarenta años, porque la piel tiene aún la juventud necesaria para que los tejidos reaccionen perfectamente, y porque es cuando el cutis comienza de pronto a mostrarse más apagado, con más líneas de expresión y con menor tonicidad.
Pero afortunadamente el quirófano ya no es la única solución contra la flacidez.
Y no se trata de que un método sustituya a otro, porque cada cual tiene sus indicaciones y preferencias ¡que mucha gente siente gran respeto por el bisturí! y en cualquier caso resulta posible retrasarlo a través de la cosmética o de la estética, y prolongar sus resultados notablemente.
En efecto, los denominados productos lift han sido concebidos para mantener firme la belleza gracias a sus propiedades tensoras y reafirmantes.

Las proteínas, las vitaminas y las moléculas son protagonistas activos de sus cualidades entre las que también se encuentran las de proporcionarle a la piel una luminosidad instantánea y un buen tono.
Y reducir visiblemente las arrugas, evitar los daños celulares y la acción directa de la luz solar mediante sofisticados filtros son otras de las preocupaciones de esta rejuvenecedora cosmética en la que alguna marca por ejemplo ha incorporado el concepto de que la edad no es ya un impedimento para la juventud, y que los cuarenta hay que interpretarlos como veinte más veinte.
Y a todas estas expectativas hay que unir la de unas texturas frescas y ligeras, casi mágicas por su sensualidad y cuya aplicación por consiguiente se convierte en algo realmente agradable.

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