SIN MAL DE OJO: BLEFAROPLASTIA CON LASER

¿No habéis oído hablar del mal de ojo?…

Pues haberlas haylas…

Las meigas y las supersticiones y los malos rollos y la suerte…

De hecho son muchos los famosos que tienen sus manías para a traerla…

Por ejemplo Fernando Alonso, antes de cada una de sus carreras se pone unos zapatos especiales empezando siempre por el pie derecho.

Cantantes como Juanes jamás pasan por debajo de unas escaleras y si se les cae la sal, se ponen a temblar y se tiran saleros por encima del hombro izquierdo con la mano derecha…

La Pantoja de la copla cuando ha de dar el “do de pecho” de la forma más radical, jamás lo hace sin llevar una sortija “talismán” que como cantaba “Raphael” (“Tenia un anillito que cuando lo miraba, tan guapa se volvía, que a todos fascinaba”)…

Y se cuenta que Angelina Jolie tiene más de veinte docenas de salamandras como motivo de decoración de su casa, porque piensa que “dispersan” buenísimas energías…

 

Pero lo del mal de ojo (en el más amplio sentido de la palabra), ya no debe inquietarnos…

Porque como la blefaroplastia tradicional tiene a veces un efecto secundario conocido como ‘ojo de pez’, se ha sustituido por la Blefaroplastia Transconjuntival con Láser de CO2.

Consigue un rejuvenecimiento total de la mirada sin efectos secundarios de ningún tipo, manteniendo toda la naturalidad del paciente.

Se encuentra indicada para eliminar bolsas y rejuvenecer la piel del párpado sin necesidad de cortar la sobrante y correr el riesgo de dejar el ojo totalmente redondo e inexpresivo.

En Clínica Ordás realizan la intervención conjuntamente el dermatólogo Fernando Ordás, uno de los mayores expertos nacionales en láser, y el cirujano Ezequiel Monzón.

Tras la extirpación de la grasa sobrante en el párpado se realiza un resurfacing con láser sobre la piel hasta conseguir el rejuvenecimiento total de la zona tratada.

El resultado es una mirada joven, sin bolsas ni arrugas.

Y como se realiza un corte con láser por dentro del párpado inferior, no queda ninguna cicatriz visible.

El láser preserva el músculo orbital, el encargado y de abrir y cerrar los ojos, así que se elimina el riesgo del efecto secundario conocido como ectropión o ‘ojo de pez’.

Además, la intervención con láser evita el sangrado de la zona y la necesidad de sutura.

Tras cortar se elimina el exceso de grasa y no hay necesidad de cortar la piel sobrante.

Gracias a la acción de retracción que produce el láser de CO2, la piel se adapta de nuevo. Después se realiza un resurfacing con láser en el párpado inferior para eliminar arrugas y conseguir el rejuvenecimiento integral de la mirada.

¿Veis como se acabo el mal de ojo?…

Precio: 3.000 €

CLÍNICA ORDÁS: www.clinicaordas.com

 

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